Explorar el Centro de Interpretación del Río de Santa Eulària en Ibiza ha sido una experiencia profundamente inspiradora para mí como arquitecto. Este lugar no solo guarda la historia de un cauce vital y su impacto en el desarrollo agrícola, sino que también preserva la esencia de la arquitectura tradicional ibicenca.
Fue uno de los primeros edificios que me encontré cuando me mudé a Santa Eulalia, y me cautivó al instante. La puerta, el rastro del agua, la textura de la cal… cada detalle crea una atmósfera que respeta la tradición y la esencia del estilo mediterráneo.
Para mí, como arquitecto, este proyecto es un recordatorio de la importancia de integrar la historia y la sostenibilidad en nuestros diseños. Es un homenaje a la funcionalidad y belleza de los espacios que no solo sirven a las necesidades de las personas, sino que también cuentan una historia.
Visitar este centro me ha reafirmado en mi compromiso de crear arquitecturas que sean tanto innovadoras como profundamente conectadas con su entorno y su historia.